sábado, 11 de dezembro de 2010

Perdida en mis recuerdos, por fin me encontré.

Buscando entre lo nada con los sueños destrozados te encontré a ti. Solo tú me mirabas a los ojos, solo tú sabías que estaba aquí. Buscando en mi vacío, tu luz llenó a mi espacío. Sofrí por tantas cosas, lloré por tanta gente, sin darme cuenta que tú siempre habías estado aquí. Buscando en mi reflejo apareciste tú, y me dijiste: nunca has estado sola, siempre te has tenido a ti. Yo creo que la única verdadera soledad es cuando te pierdes a ti mismo. Y esto no hay que dejar que pase nunca. No hay que dejar de creer en ti, en tus sueños, porque tienes que amar tú para que alguién te pueda amar.

Dulce María.

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